27 de febrero de 2013

BOCA EN LA TIERRA.

Y nos echamos tanto de menos
que nos da por despegar
en avenidas de pegamento,
clavados por las rodillas.

Y en mitad del relámpago llegó el mal de altura,
fuimos sed en el aire pero boca en la tierra.

~ Vetusta Morla.

23 de febrero de 2013

La madrugada.

‎"Ese momento de la madrugada
cuando ya se ha bebido todo el vino del mundo
y no queda en el alma más que el terco deseo
de dormir abrazado a un cuerpo conocido.

Nada hay en las calles
que llene el corazón; lo sabes
y no obstante
un día y otro vuelves
a ellas respondiendo a la voz
de una oscura llamada, buscando
acaso sólo renovar el calor del regreso
a la casa y a la mujer que espera.

Pero no. Que mañana
lo que nunca encontraste
puede estar aguardando por ti en cualquier esquina."

Joaquín Sabina.

13 de febrero de 2013

Y al Sur Bendita Locura*.

Tengo el mapa del tesoro de la isla de tu cuerpo,
y juro por Dios que sueño de noche con navegar
el mar de sábanas blancas, que rompe contra tu puerto
y a la orilla de tu boca varar...

Soy la rosa de los vientos que despeina en tu melena
tú la marea llena que inunda mi baja mar,
Un arrecife en la noche, donde encallar yo quisiera
Ya no soporto esta espera...

Que tengo de tiempo ausente
cuentas de besos pendientes
que ajustarte en tu ventana,
y puede ser que mañana
tenga que hacerme el valiente
y decir por si ocurriese
contigo, contigo me caso Indiana...

Tengo el mapa del tesoro que esconde tu geografía,
maldita suerte la mía que no te pueda tener,
se desmemoria el paisaje ,que no pisé todavía,
sé que no me perdería en tu piel...

Tres caricias hacia el este la magia de tu cintura
al norte un beso y a oscuras me pierdo
y vuelvo a empezar.
En el poniente dos soles, le dan relevo a la luna,
y al sur bendita locura*...

Que tengo de tiempo ausente
cuentas de besos pendientes
que ajustarte en tu ventana,
y puede ser que mañana
tenga que hacerme el valiente
y decir por si ocurriese
contigo, contigo me caso Indiana...

Ven p'acá bella mulata
a tomar el café sabroso
hervío ya en la cafetera
con agua fresca del pozo.

1 de febrero de 2013

Cái, creo que caí, rendida ante tus encantos.


Desde hace un tiempo a esta parte
me noto un poco cambiado,
llevo en el alma el perfume
de un nuevo viento salado.

Dejo elegir a mis pies
y se van por la Caleta,
tarareando algún cuplé
con andares de poeta.

Mis amigos dicen que
no soy el lacio de antes,
que miro el mar y una alegría
se me cuela por levante.

Disimulando les digo
que no será para tanto,
pero en verdad, ¡ay de mí!,
Cai, creo que caí;
Cai, creo que caí
rendido ante tus encantos.

Caí rendido a tus pies,
rendí tributo a tus besos,
como rindió todo el mar
desde Tiro hasta Thartessos.

Me fui siguiendo tus huellas
de sandalias milenarias,
me besaste y supe que
no tenías adversaria.

Cái, yo quiero que sepas,
qué pienso cuando te veo:
unos piensan en La Habana,
yo pienso en Montevideo.

Le robaste el corazón
en treinta siglos a tantos
y hoy me lo robaste a Mí,
Cai, creo que caí;
Cai, creo que caí
rendido ante tus encantos.

Rendida ante tus encantos.