8 de marzo de 2013

NeverMore.

Recuerdo que una vez me dijeron: "nunca, nunca jamás, le dediques una canción a alguien". Yo, en ese momento, pregunté porqué, pero me contestaron "en un futuro, lo entenderás".

Ahora lo entiendo. Dedicarle una canción a una persona es lo peor que podemos hacer. El porqué es sencillo, y creo que todos lo sabemos. Esa canción dedicada, ya no será una canción cualquiera, será "nuestra canción". Cuando la compartes con esa persona, es genial. Pero cuando pasa el tiempo, y escuchas esa canción, no es tan genial como antes. De repente, te invaden miles de recuerdos, miles de momentos que has pasado con esa persona. Sus palabras, sus gestos, vuestras risas, vuestras miradas de complicidad.. Y así, te invade la nostalgia. Y, ¿sabéis? A mí no me gusta ponerme nostálgica. No me gusta echar de menos. A veces me gusta transportarme a esos momentos, porque fueron especiales. Pero al fin y al cabo, es pasado, y el pasado debe quedar encerrado en un cajón.

Así que no más. Juro que será la última vez que dedique una canción a alguien. Nunca más. Lo prometo.


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